jueves, 23 de marzo de 2017

Aire fresca



Una creencia alemana, y también de los pueblos nórdicos y bálticos, es que el cerebro necesita tener aire fresca para funcionar bien.

Por esto los alemanes suelen abrir y tener abiertas las ventanas para tener siempre “frische Luft” o sea aire fresca. Da igual si es verano o invierno, si fuera hay menos tantos grados y en casa la calefacción está encendida y tampoco si se han gastado seis mese y no sé cuanto dinero en obras de aislamiento del edificio.

El problema del desgaste energético por esta raózn es tan importante que hasta el Gobierno alemán tuvo que estrenar unos videos para explicar a la gente que en invierno con la calefacción encendida hay que cerrar las ventanas.