jueves, 30 de abril de 2015
No estoy hecho de azúcar
Ich bin doch nicht aus Zucker. Este es el refrán que los hamburgués dicen a los que usan en paraguas o a quién les aconseja de usarlo.
En Hamburgo llueve y a veces el tiempo puede cambiar muchas veces a lo largo del mismo día. No es raro salir de casa por la mañana con el sol, el cielo azul y calor y a mediodía que empieze a llover y hacer frío.
La lluvia es así de común que los que viven aquí casi ni se dan cuenta y siguen haciendo sus cosas como si fuera un día de sol.
Los pocos paraguas que se ven son de los turistas o de los extranjeros que viven aquí desde hace poco tiempo, pero al final es cuestión de costumbre: dentro de unos meses el hecho de llevar un paragua siempre consigo se percibe como una molestia, se empieza a dejarlo en casa y cuando llueve se sube la capucha de la chaqueta cortavientos…o tampoco eso…