Además que palomas y pajaritos son muchas las aves que viven en las
ciudades. Si en Ávila se ven cigüeñas todos los ratos, en Madrid es
increíblemente fácil ver urracas. En Munich en este poco tiempo que
llevo aquí probablemente he visto más cuervos que en toda mi vida. A
revés no se ven vencejos llenar el cielo por la tarde: o no llegan hasta
aquí o ya se han marchado hacia el sur.